Al Amanecer

viernes, 28 de noviembre de 2008

Al amanecer
Primero fue la poesía.

Cuando el Niño de Altamira
Imitó la voz del pájaro
Y el pájaro
Le contestó
Primero fue la poesía

Luego la música se posó sobre Altamira

Cuando el Hombre de Altamira balbuceó
El silbido de la flecha
La agonía del venado
En la pared de una caverna
Primero fue la poesía

Luego las pinturas de Altamira dibujaron a Picasso

Y cuando el Anciano de Altamira oyó la luz
Y vio el árbol mutilado por el rayo
Y la lengua bailarina
Como filo de cuchillo
Roja hipnótica
Amarilla en el muñón
Y tuvo miedo
Primero fue la poesía

Luego los altos
Y los iracundos Dioses de Altamira


En todo amanecer
Primero es
La poesía.

El Hombre con la Mano en la Barbilla

Acaso pueda ser una palabra nueva algún día.
Una palabra nueva y remota
Como una estrella que no deje de alumbrarnos
Y alumbrarse
Como un tren a toda máquina
Pasando sobre un niño de espalda entre los rieles.

Por qué no para de llover si digo estío?
Por qué el mar no se encabrita si pronuncio tempestad?

Digo estío
Pronuncio tempestad
Y unas piedras caen de mi boca

Quiero entender por qué el ocaso se marchita si lo nombro.

Quiero saber qué significo
Quién soy yo para el silencio.

De vez en cuando es bueno
Un chapuzón de muerte.

De vez en cuando es bueno
Volver a la camada.

Porque sólo el disgregado
Sabe dar voces verdaderas
Y sólo el cachorro
Puede balbucear el universo.