Ven, alma del fuego, abrázame
Desnudos en medio del sol
Invítame a lamer la luz
Redonda de tus senos
Ven, alma del aire, llévame
Ahorcajado al ventarrón
Ten por tu néctar mi espolón
Y mi abejorro obrero
Oh, cuanto reguero de luciérnagas y grillos
Cuanta claridad de pájaros en llamas
Hoy te hago el amor y una canción, qué sortilegio
Y una mariposa nace en cada nicho
Ven, alma del agua, bésame
Tu lengua lluvias en el sur
Tu camanchaca, la humedad
Del musgo entre las tejas
Ven, alma del polvo, quédate
Bajo el derecho y el revés
De mi disfraz que algo de mi
Encaja en cada piedra
Oh, cuanto reguero de luciérnagas y grillos
Cuanta claridad de pájaros en llamas
Hoy te hago el amor y una canción, qué sortilegio
Y una mariposa nace en cada nicho
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